En una semana más se comenzará a aplicar la primera rebaja gradual de la jornada laboral que establece la Ley de 40 horas, que consiste en la disminución de una hora de trabajo semanal para dejar el régimen, este año, en 44 horas.
Cuando las empresas ya se alistaban a cumplir con el mandato legal, el cuadro se desordenó ayer, luego que la Dirección del Trabajo anunciara que la rebaja de 60 minutos que comienza a regir, debe aplicarse en un solo día, y no de manera distribuida durante la semana. Situación que descolocó a las organizaciones y empleadores, toda vez que el dictamen de la DT contradice lo que la misma institución había establecido en otra resolución en virtud de lo que señala la Ley de 40 horas, que establece que la disminución de la jornada en una hora debe ser acordada entre las partes, y cuando no haya consenso, será el empleador el que decide cómo implementarla.
En la industria gastronómica consideran como una “imposición inapropiada y fuera de norma”, lo resuelto por la DT, considerando que las empresas ya han tomado sus decisiones internas para hacer este ajuste en virtud de las necesidades y regímenes internos de cada organización, adaptándose a sus propias realidades y a lo que exige la ley, “por lo que sacar este conejo del sombrero a última hora, nos parece del todo inadecuado e improcedente, ya que contraviene la propia normativa”, afirmó Máximo Picallo, presidente de la Asociación Chilena de Gastronomía (Achiga).
El personero agregó que “la Dirección del Trabajo no puede imponer un aspecto que no está contemplado en la norma y menos hacerlo con este grado de sorpresa, casi encima de la entrada en vigor de la ley. En el caso de la gastronomía, en su mayoría son empresas pyme, para las que este proceso de reducción de la jornada laboral es muy complejo, entre otros aspectos, porque es un rubro que funciona con un régimen laboral particular, que obliga a hacer este ajuste de forma muy planificada para cumplir con la disposición, donde se ha programado con los trabajadores esa reducción, y no se pueden cambiar las reglas establecidas a última hora, y menos aún, si no está contemplado en el cuerpo legal”, advirtió Picallo.
Finalmente, el representante gremial pidió “sensatez” y “sentido común” a las autoridades para hacer posible el cumplimiento de la Ley de 40 horas en los términos establecidos por la legislación, “facilitando el proceso en lugar de entorpecerlo”.